Aquí empieza UN HOMBRE EN TANGA

 


¿Cuántas veces has leído o escuchado acerca del marketing de lencería masculina o lencería sexy para hombres? Quizás no muchas. Todavía hace falta mayor literatura al respecto. Precisamente, este blog ha sido creado por mi, Tony Capurro, para ayudarte a conocer todos esos detalles que he aprendido desde el conocimiento empírico a partir de mi negocio llamado Moda Colombia el cual empecé en el año 2018. Aquí tienes la primera entrada del blog. Espero que lo disfruten mucho. 

Suele pensarse desde los prejuicios y estereotipos cuando se habla acerca de lencería para hombres o lencería masculina. De parte de los hombres heterosexuales machistas y conservadores el viejo discurso es que solo las mujeres usan ese tipo de prendas y de parte de algunos hombres gays el parche es lo mismo "se ve muy femenino ¿no?" o "no soy pasivo". En este punto el primer mito que debemos destruir es que solamente los gays usan lencería, totalmente falso. Los hombres heterosexuales de mente abierta o que desean experimentar con sus parejas porque ellas desean verlos con algo diferente también las usan y mucho, pero todo tiene una historia, un comienzo y este blog también.
 
En el año 2018 me encontraba en búsqueda de un trabajo dependiente, pensé que sería fácil pero no lo fue. Con el tiempo caes en la cuenta de que existen factores que no ayudan como la edad, y no es que sea un adulto mayor, todavía me falta eh, sino que se valora más la juventud. Entonces empiezas a escuchar opiniones, ideas o sugerencias de amigos o de la familia de por qué no haces esto o lo otro, algo se te ocurrirá ¿no? A lo mejor emprender un negocio. ¿Un negocio? Aquí les debo recomendar que un primer paso es reconocer tus habilidades y destrezas, es decir, qué sabes hacer, cuáles son tus talentos o para qué eres bueno, si no lo sabes todavía es hora de que empieces a hacer tu tarea. 

Estrés y ansiedad hubo por kilos. El tema de la ropa interior de alguna forma siempre me había dado curiosidad no solamente para usarla en mi cuerpo sino verla puesta en otro hombre, aunque nunca jamás había imaginado facturar con ello hasta el momento en que me llegó un mensaje por Instagram del gerente de una marca colombiana de que si yo era influencer. ¿Yo influencer? pero sino lleno ni a mil followers.

Ese fue el punto de quiebre. Porque era ahora o nunca. 

Ahí fue que empezó todo. De pronto le propuse a John Mario hacer una mención de sus productos, pero tendría que enviarme un par de prendas para saber cómo era lo que vendía y escribir ese publirreportaje que nunca vio la luz. Escogí un jockstrap y un brief, los que hasta ahora tengo y me encantaron. Ese mismo día que llegó el delivery con el sobre de prendas lo había decidido, me dedicaría a ese negocio en el Perú. 

Mi abuelo y mi bisabuelo fueron comerciantes y le pusieron ganas, ¿por qué yo no podría hacer lo mismo? Empezar desde cero, aprendiendo. 

Como dice el viejo dicho o refrán si la vida te da limones haz limonada... la cuestión es saber adaptarse al cambio, algo que nos enseñaría la pandemia dos años después. Yo estaba dispuesto a hacerlo y convertirme en un emprendedor con un modelo de negocio en donde tendría que comunicarme directamente con todos esos hombres que buscan recomendaciones, consejos, asesoría y todo lo referente al sexy, audaz y provocador mundo de la lencería masculina.

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